Ayudando a vender

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viernes, 9 de octubre de 2015

LA EMPATÍA, LA MADRE DE LAS VENTAS Y DE LO QUE NO SON VENTAS

Tenía ganas de dedicarle un artículo a esta cualidad o podríamos decir rasgo de la personalidad que me parece tan fundamental tanto para el desempeño del trabajo comercial como para la relación con nuestro entorno personal.

He leído varias definiciones y creo que un buen compendio de todas ellas podría ser; "Ponerse en lugar del otro para ser capaz de entender sus motivos y razones, lo que unido a nuestros deseos, nos permita alcanzar un entendimiento duradero".

Pero, ¿para qué nos ponemos en lugar del otro si tenemos claros nuestros deseos?, ¿no es una forma de renunciar al 100% de lo que anhelamos?. Es verdad que ser capaz de entender al otro puede hacer que comprendamos su punto de vista y que cedamos en nuestras pretensiones más de lo que en un principio hubiéramos querido. Entonces, ¿por qué ser empáticos?.

Fácil, porque si no, nos convertiríamos en unos egoístas, mirando sólo y exclusivamente por nosotros sin tener en cuenta a los demás y eso a la larga nos perjudicaría. Las personas egoístas no cuentan con los demás, sólo miran por sus intereses incluso a costa de las pretensiones más básicas del otro y hacen todo lo que haga falta para conseguirlo, incluídos la mentira y la traición. Finalmente cuando su entorno los identifica, los aísla, deja de relacionarse con ellos a todos los niveles y los aparta. 

La empatía es un rasgo de la personalidad con la que se nace pero que se puede adquirir con la práctica, por ejemplo con el cultivo de las relaciones sociales, la interrelación con las personas de nuestro entorno y sobre todo con la escucha.

Escuchar es la principal herramienta para ser empático. Preguntar e interesarte por el otro así como ser capaz de entender su punto de vista e identificar sus necesidades.

Pues bien, todo esto me lleva al terreno comercial, al trabajo con el cliente, a todo lo que nos lleva a realizar una venta. Tener empatía supone ponerse en el lugar del cliente para entender sus necesidades y ser capaz de satisfacerlas. Necesidades de todo tipo, de producto, de atención, de servicio y por supuesto, emocionales. Las necesidades emocionales no son otra cosa que ser escuchado, comprendido y valorado. No son las menos ocasiones, en las que satisfacer las necesidades emocionales equivale a conseguir una venta o un cliente, y en el terreno personal, un amigo.

Pero la empatía también es un rasgo característico del líder, de quien debe ejercer un liderazgo dentro de un equipo de trabajo o dirige una organización. Porque el líder escucha, se preocupa por las personas, sabe tratar con ellas e inspira confianza. El líder empático sabe sacar lo mejor de cada integrante del equipo, sabe comunicar, transmitir los mensajes para que lleguen nítidos al receptor y sobre todo motivar. Sabe que el bienestar de cada miembro del equipo repercute en el cumplimiento de los objetivos de todo el grupo.

Pero la empatía no sólo se queda en el terreno profesional. La empatía en los demás aspectos de la vida también me parece imprescindible para la mejor relación entre las personas.

Por ejemplo, y hablando de líderes mediáticos ¿no necesitarían mas empatía los líderes políticos y los miembros del gobierno?. ¿No deberían de ser capaces de entender al ciudadano y ocuparse de sus preocupaciones y no sólo antes de unas elecciones?. Creo que la respuesta es obvia, lo que no es tan obvio es que esa característica sea una de las que alumbran a nuestros representantes políticos.

Y yendo un poco más allá, la misma empatía deberíamos exigírsela a los países desarrollados con los subdesarrollados o a las organismos nacionales e internacionales con las próximas generaciones para que disfruten de un mejor planeta y de un mundo más justo. Desgraciadamente pensamos en el hoy, en el ahora y en lo que puedo conseguir para mí.

Con la familia, los compañeros de trabajo, con los amigos, la pareja, en todos los ámbitos de nuestra vida la empatía te puede proporcionar excelentes relaciones que repercutirán finalmente en tu felicidad. 

Es por ello por lo que considero que la empatía es la cualidad que nos haría disfrutar de un mundo mejor y de un entorno personal mucho más placentero. Y para los más materialistas, puedo asegurar que practicar la empatía es rentable a todos los niveles, económicamente en el trabajo, y emocionalmente en el entorno personal.