Ayudando a vender

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miércoles, 18 de noviembre de 2015

HACE POCO ME OCURRIÓ ALGO Y ESTO ES LO QUE APRENDÍ.

Una de las cosas más importante que requiere el trabajo comercial para ser verdaderamente profesional es estar siempre alerta y buscar una inspiración que de lugar a un avance en tus métodos de trabajo. La inspiración puede llegar en cualquier momento y de cualquier lugar. Una idea nueva que facilite tu trabajo,  una forma original de resolver una objeción recurrente de tus cliente, una solución novedosa que puede aportar a tus clientes importantes beneficios o una forma de nueva de comunicar un mensaje y que consigue llegar mejor a tus clientes.

Esa inspiración es básica para el progreso del profesional de la venta y aunque a priori parece reservada para la gente iluminada, se trabaja, hay que buscarla. Pues bien, eso se consigue ni más ni menos que a través de un aprendizaje consciente basado en el deseo de superación y la mejora constante. En ventas, ésto resulta fundamental porque si nos dejamos llevar continuamente por la actividad diaria y la rutina y no analizamos las situaciones vividas a nivel comercial estaremos dejando pasar una gran oportunidad de aprender de las experiencias y mejorar nuestros métodos de trabajo.

Fruto de una de esas experiencias, hace poco me ocurrió algo y me gustaría comentar las conclusiones de lo que aprendí a todos los que estamos continuamente en contacto con personas y clientes y tenemos la responsabilidad de vender:

Lo que hoy es negro, mañana es blanco.
Lo que hoy es desesperación, mañana es esperanza.
Lo que hoy es "no lo necesito", mañana es "amplíame la información".
Lo que hoy es "lo tengo que estudiar" mañana es "mándamelo urgente".
Lo que hoy es "no es el momento adecuado", mañana es "gracias por presentarme tu oferta en este momento"

Os podéis imaginar lo que realmente ocurrió. Simplemente que después de mucho tiempo persiguiendo una cuenta y luchando por ella, la conseguí,  precisamente en el momento menos esperado. Y después de analizar todo el proceso que me llevó hasta aquí puedo decir lo siguiente:

La diferencia está en conocer a tu cliente o prospecto y perseverar.

Pero no te olvides de que puede pasar al revés, así que no pierdas todo aquello que te permitió alcanzar el éxito.

Todos los días se aprende así que no desperdicies todas las oportunidades que se te presentan diariamente para ser mejor profesional y superarte a tí mismo.