Ayudando a vender

Ayudando a vender

miércoles, 24 de junio de 2015

¿TE HAS PUESTO NOTA ALGUNA VEZ COMO VENDEDOR?

¿Te has puesto nota alguna vez como vendedor?, ¿tienes una opinión formada y clara sobre tu trabajo como vendedor?. Este método para valorarte o valorar a otros comerciales pone de manifiesto los 10 puntos que hacen de tí un vendedor más profesional.

También puede ser útil para valorar a los vendedores a los que asesoras o a los integrantes del departamento comercial de la empresa que ha demandado tus servicios como consultor.

Propongo que enriquezcáis el método con vuestras opiniones y comentarios para que demos con el sistema de evaluación idóneo, es decir, con un compendio de todo lo que realmente importa para ser mejor cada día en nuestra profesión.

Si queréis jugar a poneros nota, aquí tenéis los 10 puntos que he considerado más importantes para valorar a un comercial. Puntuaros de 0 a 10 en cada una de ellas y obtener un resultado final de 0 a 100 pero no os quedéis sólo en la puntuación. Debéis ser honestos, tomaros un rato para reflexionar en cada punto y visualizad situaciones que hayáis vivido y cómo las habéis resuelto antes de poneros la puntuación. 

El paso siguiente es el más importante. Me refiero a mejorar en todo aquello en lo que menos habéis  puntuado. Y para ello, ponlo en práctica, llévalo a cabo, equivócate y reacciona porque sin fracaso no hay éxito. Mejora por tí, por tus clientes, por tu remuneración, por los tuyos.

Sólo podrás mejorar si conoces tus puntos débiles y te propones actuar sobre ellos.

Para valorarte sigue estos criterios:

          0    - No lo hago nunca, nunca me ha pasado. No forma parte de mi método.
          2.5 - Sólo alguna vez o en raras ocasiones.
          5    - Lo practico en ocasiones o algunas veces. La mitad del tiempo o de las veces.
          7.5 - La mayor parte del tiempo. Muchas veces.
          10  - Siempre, todas las veces, lo tengo completamente asumido. Forma parte de mi método.

1- Tu Actitud. Es la base de todo vendedor. Sin actitud no hay nada. ¿Transmites pasión y optimismo delante de tu cliente?. También tiene que ver con tu capacidad de trabajo, y de sacrificio, con la vocación de servicio al cliente y con tu iniciativa a la hora de elaborar estrategias y ser capaz de llevarlas a cabo. Tu actitud es la adecuada cuando quieres ayudar al cliente.

2- Tu conocimiento del producto. No sólo me refiero a conocer las características del producto sino a saber plantear los argumentos para destacar los beneficios para el cliente y a saber encontrar soluciones dentro de tu gama de producto ante incidencias, reclamaciones u objeciones del cliente.

3- Tu preparación de la visita. Me refiero a ir a ver a tu cliente con los deberes hechos. ¿Sabes lo que le vas a decir y cómo se lo vas a decir?, ¿qué quieres conseguir durante la visita?, ¿has recopilado toda la información necesaria para abordar la entrevista?.

4- Tu capacidad de expresarte. Tiene que ver con la fluidez de la comunicación y con la seguridad con la que transmites los mensajes. Esa comunicación debe de ser siempre de ida y vuelta y con una concatenación acertada de argumentos. La duda y el titubeo influye negativamente en la confianza del cliente en el vendedor. El comercial siempre ha tenido fama de charlatán pero nada más lejos de la realidad. ¿Hechizas siempre a tu cliente con un discurso persuasivo?.

5- Tu capacidad de establecer relaciones. Es parte de tu trabajo. Ser sociable, conocer gente y ser curioso por conocer a todos los agentes que influyen en el sector, no sólo a posibles clientes. Un negocio surge de los lugares y personas más inesperados, asi que trata a todo el mundo bien aunque a priori no parezca una persona relevante para tu trabajo.

6- Tu humor: Me refiero a saber separar lo personal de lo profesional, a que no te afecten otras situaciones cuando estás delante del cliente y a mostrar siempre tu mejor cara independientemente de la mochila con la que cargues. ¿Dejas esa mochila en la puerta del cliente?

7- Tu sinceridad. ¿Eres siempre honesto en tu trabajo, con tus clientes, con tus empleados o compañeros?. Ser sincero siempre es rentable.

8- Tu reputación. Tiene que ver con el reconocimiento que tienes por parte de clientes, proveedores del sector en el que trabajas, competencia, tu propia empresa y resto de agentes que influyen en tu sector. ¿Hablan bien de tí?, ¿eres recomendado?, ¿te agradecen los servicios prestados?. ¿O por el contrario pasas desapercibido?

9- Tu creatividad para salvar los obstáculos que surgen con tus clientes. Incidencias, objeciones, problemas con el producto. Muchas veces no hay una única solución y debemos improvisar y acertar con la misma. ¿Queda siempre satisfecho el cliente con tus propuestas?. Hay que tener en cuenta que estas soluciones deben ser toleradas por nuestra empresa. Tampoco debemos pasarnos en nuestras competencias y provocar que esa solución planteada al cliente sea perjudicial para nuestra empresa.

10- Tu resolución. Hay muchas cosas que hacer y que hacer bien para vender, pero, ¿consigues tus objetivos?, ¿eres resolutivo y estas orientado al resultado?, ¿vendes cuando quieres y así te lo habías propuesto?.

¿Qué puntuación has obtenido?.



martes, 2 de junio de 2015

MIS MEJORES EXPERIENCIAS GASTRONÓMICAS EN MIS VIAJES DE TRABAJO.

Una de las cosas buenas que tenemos los comerciales es tener la oportunidad de viajar, de conocer lugares y de disfrutar de la gastronomía típica. Esta es una más de las razones por las que esta profesión me parece apasionante y diferente y como tal quería compartir con vosotros lo establecimientos, tanto hoteles, restaurantes, bares, etc, que he visitado con motivo de mis viajes y que no dejo de visitar cada vez que vuelvo.

Espero que os guste y que compartáis conmigo vuestras experiencias si finalmente os acercáis por alguno de estos destinos así como si tenéis cualquier otra propuesta dentro de las zonas que os propongo.

La lista es consecuencia de las buenas experiencias que he tenido al visitarlas y en agradecimiento al buen trato recibido. Espero que a vosotros también os sea de utilidad. Todos los restaurantes y bares tiene unos precios razonable y una buena calidad ya que trabajando tampoco nos podemos permitir gastos elevados con lo que la relación calidad-precio es la idónea. Aquí os dejo la lista con una pequeña explicación.

Cantabria:

Marisquería Alfredo en calle Santa Maria, 2, Castro Urdiales. Cantabria.
Ubicado en el mismo puerto. Pescado y marisco fresco con un precio muy razonable. La carta de raciones es la mejor opción ya que los pescados salvajes son algo más caros. De todas formas es uno de mis favoritos cada vez que voy a Cantabria tanto por trabajo como por placer.

Restaurante Dias Desur. Calle Hernán Cortés, 47 Santander.
Recomiendo el menú porque es original y con platos diferentes. Leyendo la carta te encuentras una curiosa historia de cada plato que han elegido incluir y por qué. Sin duda una forma muy original de vender sus platos.

Restaurante La Yerbita, calle el Dueso, 3. Sobarzo. Cantabria.
El mejor fideua de marisco que he probado nunca, (no exagero). Estaba incluido dentro de un menú de unos 15€. Repetí y no me lo cobro, como para no recomendarlo. Un poco complicado de encontrar aunque merece la pena que lo busquéis ya que está en un paraje precioso en el interior de Cantabria.

Restaurante La Casuca. Calle San José, 7. Torrelavega
Es el restaurante que  más visito en Torrelavega porque tiene muy buena calidad de producto tanto en la carta como en el menú. Éste último tiene un precio muy asequible.

Restaurante El Cachupín, calle Lopez de Sena, 4. Laredo
Se sale de todos los restaurantes turísticos que hay en Laredo donde te cobran un dineral por una oferta mediocre. La calidad del producto es digna de una magnífica carta pero te la puedes comer en un menú muy asequible. En Laredo no me planteo ir a otro sitio.

El Pericote de Tanos, Paseo Fernandez Vallejo, 51. Torrelavega.
Se quieren acercar a la comida de autor y están en el camino de conseguirlo. La buena carne también es su especialidad y las vacas de Cantabria son la mejor materia prima. Aquí recomiendo la carta ya que se esmeran más que con el menú aunque eso es completamente normal.

Hotel Torresport. Calle Sierrapando, 694. Torrelavega.
Lo que más valoro del hotel, además de su ubicación que te permite estar en 10 minutos en muchos puntos de Cantabria, es su gran gimnasio y una piscina de 25 metros que te ofrecen gratis por hospedarte. Las habitaciones son correctas y el restaurante también pero si te gusta cultivar tu cuerpo es el hotel adecuado.

Cantabria es un lugar fabuloso para visitar y mi trabajo me ha permitido conocer playas espectaculares, atracciones originales y una gastronomía de lo mejor de España.

Valladolid:

El Molino Rojo, calle Gabilondo, 15. Valladolid.
Todo lo que ofrece es de muy buena calidad. Os recomiendo unas tablas variadas que tienen a buen precio. La carta es algo más cara pero la experiencia es buena.

Hotel Jardín de la Abadía, Arroyo de la Encomienda, Valladolid.
Un lugar muy bonito para hospedarse con un buen restaurante aunque a unos 5 kilómetros de Valladolid. Es perfecto para una velada íntima por su gusto y discreción.

La Tasquita del Medio, al lado de la Plaza Coca de Valladolid. No dejéis de ir si coméis de pinchos.

Bar La Teja, en la misma Plaza Coca de Valladolid. Pedir una teja, no os defraudará si os gustan las frituras. Cualquier otra cosa que pidáis de la barra está muy rica pero si tienen mejillones en salsa no os vayáis sin probarlos.

En la plaza Coca tienes multitud de bares de pinchos algunos de ellos con especialidades de muy buena calidad. Está al lado de la Plaza Mayor así que no tiene pérdida. Puedes comer tres días seguidos sin repetir en ninguno. Aunque hay excelentes restaurantes en Valladolid los pinchos de esta zona son muy recomendables.

Salamanca:

Restaurante Los Arcos, Ronda de Marte, 98. Villares de la Reina, Salamanca.
Tras comer en este restaurante es cuando me empecé a plantear los márgenes de los restaurantes. No se puede comer mejor calidad a un precio tan barato. Asados, pescados frescos, primeros platos originales y todo en abundancia por un precio que no esperas dentro de un menú. No como en otro restaurante de Salamanca a no ser que vaya de pinchos por el centro.

Salamanca es una ciudad universitaria y los precios son asequibles a no ser que te metas en los restaurantes más turísticos donde clavan a los turistas. Aunque tomarte un gin tonic en las terrazas de la Plaza Mayor no tiene precio.

Bar El Cuzco en calle Juan del Rey, Salamanca.
Sus pinchos son una mezcla de elaboración moderna y tradicional. Se sale de la oferta turística y su precio es ajustado. Absolutamente recomendable.

Zaragoza:

Restaurante Los Gigantes, calle de los Fueros de Aragón, 4, Zaragoza.
Asador especializado en carne a la brasa. Dos hermanos, en muy pocos metros cuadrados, tienen una magnífica oferta de productos de alta calidad que te sorprenderá. Trato personalizado y un servicio rápido. Supera las expectativas creadas, también por su precio.

Arrocería La Mar Salada, calle Pablo Casals, 2, local, Zaragoza en el distrito Actur. Tienen otros dos restaurantes en Zaragoza.Especializado en arroces muy bien elaborados y con una gran variedad a un precio muy asequible. Tienen las ofertas del día en los cristales del restaurante con lo que sabes qué pagarás antes de entrar.
www.lamarsalada.es

Taberna Los Mojones, calle heroísmo, 46, Zaragoza.
Un simpático matrimonio te prepara al momento y a la vista todo tipo de tostadas o de soletillas como les llaman ellos, tablas y ensaladas. Cuando voy a Zaragoza puedo llegar a cenar allí todos los días de la semana.
En la misma calle heroísmo encontrarás muchos bares de pinchos asi que probablemente aciertes visitando esta calle, que aunque no está alejada de lo más turístico, es más frecuentada por grupos de amigos maños que por turistas. Espero que siga así.

Bar Casa Luis, calle Don Policarpo Romea, 8, Zaragoza.
Se caracteriza por producto frescos y de la mejor calidad elaborados al momento y con un concepto casero. Empecé a ir más cuando puso un menú más económico manteniendo la calidad de su oferta original. Comer a la carta puede ser algo más caro asi que recomiendo las raciones o el menú.

Huesca:

Tatau Bistro, Plaza San Lorenzo, 4,  Huesca.
Ya iba antes de que le dieran la estrella Michelín en la última entrega de estrellas. ¡Vaya sorpresa se llevaron!. La calidad y originalidad de sus tapas es extraordinaria. Supongo que tras este éxito habrán mantenido el nivel. Me he obligado a comprobarlo en mi próximo viaje. Te recomiendo que llames para hacer la reserva.

Restaurante Flor, calle Porches de Galicia, 4, Huesca.
Una auténtica escuela de cocina. Por el precio de un menú degustarás elaboraciones de auténticos profesionales. Relación calidad precio, de los mejores lugares donde he comido. De echo llevo más de 10 años visitando el restaurante en cada viaje a Huesca.

Restaurante Jairo, avenida de Lérida, 56, Monzón, Huesca.
Excelente trato y servicio. Combina la oferta de marisco con lo más tradicional de la gastronomía oscense. Introduce en su menú los productos frescos de la carta.

Restaurante Gastón, avenida del Primer Viernes de Mayo, 14, Jaca, Huesca.
Otro ejemplo de comida de autor dentro de un menú asequible. Han cambiado varias veces de dueño pero la filosofía sigue siendo la misma. Espero que mantengan la calidad.

Burgos:

Mesón El Pastor, Plaza de la Virgencilla, 11,  Aranda de Duero. Burgos.
No hace falta ni pedir. Déjate asesorar por los camareros. No paran de sacar del horno de leña raciones de cordero lechal, que es su auténtica especialidad.

Restaurante del Hotel Gran Teatro, avenida del Arlanzón, 8, Burgos.
Su asequible menú consta de platos experimentales y originales dignos de una escuela de cocina. Pretenden hacer comida de autor y lo consiguen. Ha sido un gran descubrimiento dentro de la enorme oferta que te puedes encontrar en Burgos.

Palencia:

Restaurante Gloria Bendita, callé la Puebla, 8, Palencia.
Muy buena relación calidad precio de su menú. Excelente elaboración en la que ponen mucho esmero y se nota en el resultado final.

Zamora:

Restaurante La Rúa, calle de la Rúa de los Francos, 21, Zamora.
Si te puedes permitir el capricho, pásate por aquí para tomar un arroz con bogavante hecho al horno. No vas a pagar ningún sobreprecio por él y probablemente volverás.

Navarra:

Hostal Restaurante Remigio, calle Carrera, 4, Tudela, Navarra.
La huerta tudelana está en la cocina de este restaurante. Pero no sólo la huerta, también los guisos y la carne. Todo lo hacen bien. Ir a comer al Remigio es una apuesta segura.

Restaurante de las bodegas Principe de Viana, calle Mayor, 191, Murchante, Navarra.
Este restaurante es la misma huerta de la ribera de Navarra. La verdura fresca de temporada es su razón de ser y sus elaboraciones un valor añadido a esa materia prima. Cuando lo pruebes te darás cuenta de que pocas veces en tu vida has comido verdura de verdad.

La Rioja:

Restaurante Matute, calle laurel, 6, Logroño.
En medio de la famosísima calle laurel está este restaurante de comida casera cocinada con un gusto extraordinario. No me puedo resistir a recomendaros el rabo de toro. Buena comida y buen precio, poco más se puede decir.
En la misma calle, en la acera de enfrente, está el restaurante de la hermana de la dueña del restaurante Matute regentando La Senda. Sin duda han tenido la misma escuela.
Y un consejo. Antes de entrar a comer en alguno de ellos, entra en Casa Pali, también en la calle laurel a comerte un embuchado. Nunca unas tripas me supieron tan ricas.

Obviamente te encontrarás con precios más asequibles de lunes a viernes. Puede que alguno de ellos se encarezca algo más el fin de semana pero aun así pagarás un precio justo.

Como he comentado al principio, esta lista es fruto de mis visitas de trabajo a las diferentes zonas y de las magníficas experiencias que he vivido cuando he acudido a estos lugares. No me mueve ningún otro interés que el compartirlas con vosotros para que si caéis por allí tengáis una referencia para disfrutar de una buena velada con pareja o amigos, o disfrutéis de un buen rato comiendo después de un duro día de trabajo.

De las malas experiencias, que las he tenido, ya no me acuerdo porque no se me ocurre volver, así que me quedo con lo bueno.

¡Buen provecho!.