Ayudando a vender

Ayudando a vender

miércoles, 20 de julio de 2016

POR QUÉ UNOS COMERCIALES VENDEN Y OTROS NO.

La inspiración puede venir de cualquier situación y desde cualquier lugar, sólo hay que tener los ojos bien abiertos y ser plenamente consciente del aquí y el ahora. 

Digo esto porque este post me lo ha sugerido una situación que viví en Sanfermines mientras comíamos en una terraza y no precisamente de un camarero, sino de una de esas personas que vienen a ofrecerte chapas, pulseras, monos de peluche, gorros, collares, etc.

La verdad es que termina por ser un poco agobiante porque somos tanta gente en estas fiestas que este tipo de vendedores proliferan mucho y prácticamente cada cinco minutos tienes a uno al lado ofreciéndote sus artículos.

La respuesta el 99% de las ocasiones es que no necesitamos nada, así que se van como han vuelto, sin la venta, porque tampoco hacen nada más por conseguirla, pero..., y e aquí la historia con la que quiero ilustrar el post, se acerca uno sonriendo, de buen rollo, un poco vacilón pero muy agradable y con dos tonterías y nuestra predisposición al cachondeo se quedó dándonos conversación. Lo que básicamente hizo es ganarse nuestra confianza sin ofrecernos nada, se estaba vendiendo a él mismo. Nos chocó los nudillos, nos dijo lo majos que éramos y cuando ya se iba nos ofreció un pequeño regalo, un pin que casi no tenía valor y que nosotros no quisimos aceptar, pero él insistió con su habitual simpatía. No le puso precio, aunque cuando ya lo teníamos nos dijo que si nos parecía bien le diéramos la voluntad. Y se la dimos. No le pagábamos el pin, le pagábamos su buen rollo y su forma diferente de enfocar la venta en comparación con el resto que sólo se acercaban con sus artículos en la mano sin ningún otro valor añadido.

Posteriormente me percate de que hacía lo mismo con otros comensales con lo que entendí que tenía un método para vender. La gente le daba dinero por ser como era, su valor añadido era él mismo y además no se desprendía de ninguno de sus artículos con lo que él no vendía artículos, vendía "buenrollismo".

La conclusión es clara, tengas el producto que tengas, antes de que el cliente lo compre, te tiene que comprar a tí como persona y como comercial. El principal valor añadido de tu oferta eres tú mismo así que trabájalo, pero sobre todo, ten un método. Es por eso por lo que comerciales con el mismo producto venden y otros no. Saben enfocar las situaciones, crear un clima cómodo durante la visita y mostrarse abiertos, dispuestos y cercanos a su interlocutor. Les gusta lo que hacen.

Hazte las siguiente preguntas, ¿tienes buena relación con tus clientes?, ¿te aceptan sin reservas y mantienes conversaciones con ellos?, ¿eres generoso y buena persona?, ¿vendes sin vender?. Ya lo comenté en un post anterior, la clave de la venta es vender sin que el cliente se percate de que lo estás haciendo.

Recuerdad que con la venta estamos en el negocio de las personas y que lo que te sirve para vivir te sirve para vender y viceversa.

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