Ayudando a vender

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lunes, 1 de diciembre de 2014

PAPÁ, QUIERO SER COMERCIAL

Vamos a situarnos en la siguiente escena: 

Padre- Hola hijo, ¿qué estas estudiando hoy?
Hijo- Estoy con mates, papá. Pero no las entiendo.
P- Yo te ayudo, pero ten en cuenta que las matemáticas se utilizan en muchos 
aspectos de la vida y son muy útiles para muchas profesiones.
H- Si, pero papá, yo todavía no se lo que quiero hacer de mayor.  ¿De qué crees que podría trabajar?.
P- Conozco una profesión en la que tendrás la oportunidad de viajar, conocer muchos lugares y relacionarte con personas diferentes. Te aportarán cosas positivas y podrás evolucionar continuamente. Y si eres un buen profesional, podrás ganarte la vida muy bien.
H- ¡Que guay, papá!. ¡Me gusta tener muchos amigos!. ¡Yo quiero trabajar de eso!. ¿Y qué profesión es esa?
P- Esa profesión es la de comercial.
H- ¿Comercial?. No la conozco. ¿Qué es un comercial, papá?

No quería dejar pasar esta oportunidad, la de mi primer artículo en este blog, para reivindicar una profesión que llevo realizando durante 17 años y que tanto me ha ayudado a desarrollarme no sólo profesionalmente sino también a nivel personal.

No es otra que la profesión de comercial.

También llamada vendedor, representante, agente de ventas, gestor comercial; nombres que tratan de definir a una profesión que no se estudia en la Universidad, de hecho a penas se menciona, que tampoco se da a conocer en los colegios, y de la que conoces su existencia cuando te metes de lleno en la vorágine que supone la búsqueda de tu primer empleo, ya que hay  empresas que te la ofrecen y entonces la valoras como una posibilidad de comenzar a cotizar. Al principio piensas que será temporal y que en un periodo de tiempo no muy lejano tendrás la oportunidad acceder a la profesión para la que has estudiado

Pero en ocasiones ocurre que comienzas a conocerla, profundizas, te profesionalizas y vas obteniendo resultados. Y resulta que te ganas la vida con ella y entonces reflexionas sobre por qué no se les ha ocurrido a las mentes pensantes de la educación hablar en las aulas sobre una salida profesional cuyo perfil debe estar presente en casi todas las empresas del mundo, fabriquen un producto, lo distribuyan u ofrezcan un servicio. Todas las empresas sin excepción tienen que vender y sin venta no hay nada.

En una reunión con comerciales, podríamos preguntar cuántos de ellos han llegado a esta profesión porque de verdad era su principal aspiración. Casi podría asegurar que el cien por cien de los asistentes no tenían como objetivo principal acceder directamente a la profesión. Posiblemente muchos de ellos cayeron de rebote, sin quererlo se encontraron desarrollando ese trabajo, o simplemente se quedó vacante el puesto y alguien decidió que eras tú el que tenía que salir a vender.

Pero como he dicho al comienzo, me gustaría reivindicarla como lo que es, una profesión apasionante, que te permite aprender, evolucionar, relacionarte y  plantearte y alcanzar objetivos casi cada día. Pero sobre todo es una profesión muy exigente. Ser vendedor implica ser un profesional, constante y perseverante, fuerte mentalmente y seguro de ti mismo.

No hace mucho leí que el vendedor es el perfil más demandado en el portal de trabajo más importante en internet, infojobs, y el que menos competencia tiene. Entonces, ¿no es una magnífica opción para, por ejemplo, personas desempleadas?. Son tiempos convulsos, la crisis ha pasado factura a muchas empresas que desean una recuperación que no va a venir sóla. Ahora mismo se necesitan personas comprometidas, honestas y con habilidades comerciales que sepan colocar los producto y servicios en el mercado. Es el tiempo de vender, es el momento del comercial.

Casi todos podemos ser vendedores profesionales. Se puede aprender y de hecho en nuestra vida diaria estamos continuamente vendiendo aunque no nos demos cuenta. El que se de cuenta de ello tiene mucho ganado. Será el que más "sies" obtenga de su entorno, pero ese ya es otro tema. 

Será difícil oir a un niño la frase que da título a mi primer artículo, asi que me conformaré con que algún día la profesión comercial se de a conocer entre los  jóvenes que aspiran a entrar en el mercado laboral. Aunque sí tengo una cosa clara y es que esa labor sólo la podrá hacer un comercial.

1 comentario:

  1. Es cierto que son muchas las posibilidades de madurez personal que da el ser comercial. Y es muy bueno que blogs como el tuyo existan porque uno de las pecados más frecuentes de la gente joven es la comodidad, la falta de conciencia (evidentemente hay de todo, no se puede generalizar) de que las cosas requieren esfuerzo para hacerse realidad y que los objetivos se cumplen a través del trabajo duro. Vuestra experiencia puede abrir caminos de futuro a gente que no ve salidas. Solo por eso enhorabuena.

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